Realizar un chequeo médico regularmente a nuestro médico de familia puede ser beneficioso para nuestra salud. Estamos tan acostumbrados a esperar a que surja algo grave para buscar tratamiento que a menudo dejamos de lado las revisiones médicas. Sin embargo, las medidas preventivas son necesarias si queremos proteger nuestra salud frente a posibles enfermedades.

Razones por las que consultar al médico de familia

Acudir regularmente al médico te puede ayudar a detectar posibles enfermedades en sus primeras fases para tratarlas precozmente antes de que sean más perjudiciales. Por ejemplo, supongamos que vistas a tu médico de familia en Essentia Centre Mèdic y, mientras te hace algunas preguntas sobre tus dolores de cabeza, se da cuenta de que son de un tipo determinado. Tras indagar un poco más, el médico puede detectar que sufres migrañas.

Hasta la fecha, hemos tenido que soportar dolores de cabeza insoportables sin tener ni idea de la causa ni forma de aliviarlos. Nos tumbábamos en la cama tomando ibuprofeno para lo que creíamos que era un rutinario «fuerte dolor de cabeza», ajenos a nuestra propia ignorancia. Esta historia pone de relieve por qué hay que evitar a toda costa el autodiagnóstico en Internet.

Consultar con un profesional médico es la mejor vía para determinar qué problemas de salud puedes estar experimentando.

¿Cuándo debes visitar al médico?

Generalmente, debes acudir al médico ante cualquier signo de alerta o malestar tanto físico como psicológico. Además, tener en cuenta que, si eres mujer la visita ginecológica anual es imprescindible para realizar una citología o una mamografía a partir de cierta edad. También en el caso de los hombres, la visita al urólogo ayuda a descartar posibles problemas de próstata.

En conclusión, planificar un chequeo anual al menos una vez al año es esencial. Durante esta visita, también puedes recibir consejos sobre cómo mantener unos hábitos de vida saludables y obtener más información sobre posibles riesgos o deficiencias para la salud. Un simple análisis de sangre también puede ayudarte a detectar si tu dieta necesita mejorar o si hay niveles elevados de colesterol LDL que antes pasaban desapercibidos.